
En el municipio de la Vall de Bianya (Girona), en la Alta Garrotxa y preservado del paso del tiempo, existe una parroquia de montaña llamada “Castellar de la Muntanya”. Allí, rodeada de un bosque de encinas, robles y hayas se encuentra “Mas Prat”.
Desde la masía disfrutamos de unas vistas por las que merece la pena llegar. Se pueden ver picos muy conocidos como El Canigó, la cumbre del Bassegoda, El Pic de les Bruixes y Mare de Déu del Mont. A lo lejos vemos Banyoles, y en una mañana limpia y clara, podemos llegar a ver el mar de Roses.
Esta masía funcionó como hostal de los transeúntes que cruzaban la frontera entre España y Francia. Esta zona de la Alta Garrotxa era considerada en aquella época como una de las más pobres, ya que las condiciones climatológicas eran muy duras. Aún así, aquí arriba en Castellar la temperatura era siempre un poco más cálida que en el valle.
Restauración: Hoy en día Mas Prat es una masía prácticamente nueva; ha sido restaurada con materiales recuperados de la casa original mejorados con algunos actuales que nos ofrecen más confort y seguridad.
La restauración ha durado más de cinco años y aún hay proyectos por continuar. Este tiempo nos ha requerido mucha paciencia y a la vez mucha ilusión; hemos trabajado mucho de forma continuada y hemos aprendido a tomar muchas decisiones, aunque hoy seguramente cambiaríamos cosas, la experiencia ha valido mucho la pena.
Objetivos: Mas Prat es una casa muy especial nacida de una cuidadosa rehabilitación donde hemos tratado de crear un equilibrio entre el ambiente acogedor y familiar de una casa centenaria y los servicios y el confort de un alojamiento rural de la más alta calidad.
Sus espacios acogedores invitan a la lectura, al descanso o a una charla entre amigos. Es un proyecto donde se pretende crear un espacio para la individualidad y la colectividad, un lugar para la reflexión y para la expresión, para aprender y ofrecer, para divertirse y serenarse.
Mas Prat es una oportunidad.
Web: www.masprat.com
Desde la masía disfrutamos de unas vistas por las que merece la pena llegar. Se pueden ver picos muy conocidos como El Canigó, la cumbre del Bassegoda, El Pic de les Bruixes y Mare de Déu del Mont. A lo lejos vemos Banyoles, y en una mañana limpia y clara, podemos llegar a ver el mar de Roses.
Esta masía funcionó como hostal de los transeúntes que cruzaban la frontera entre España y Francia. Esta zona de la Alta Garrotxa era considerada en aquella época como una de las más pobres, ya que las condiciones climatológicas eran muy duras. Aún así, aquí arriba en Castellar la temperatura era siempre un poco más cálida que en el valle.
Restauración: Hoy en día Mas Prat es una masía prácticamente nueva; ha sido restaurada con materiales recuperados de la casa original mejorados con algunos actuales que nos ofrecen más confort y seguridad.
La restauración ha durado más de cinco años y aún hay proyectos por continuar. Este tiempo nos ha requerido mucha paciencia y a la vez mucha ilusión; hemos trabajado mucho de forma continuada y hemos aprendido a tomar muchas decisiones, aunque hoy seguramente cambiaríamos cosas, la experiencia ha valido mucho la pena.
Objetivos: Mas Prat es una casa muy especial nacida de una cuidadosa rehabilitación donde hemos tratado de crear un equilibrio entre el ambiente acogedor y familiar de una casa centenaria y los servicios y el confort de un alojamiento rural de la más alta calidad.
Sus espacios acogedores invitan a la lectura, al descanso o a una charla entre amigos. Es un proyecto donde se pretende crear un espacio para la individualidad y la colectividad, un lugar para la reflexión y para la expresión, para aprender y ofrecer, para divertirse y serenarse.
Mas Prat es una oportunidad.
Web: www.masprat.com
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